domingo, 21 de septiembre de 2008

Medea y Callas, un poco más de tragedia


Maria Callas (1923-1977)


“Quien nació con ojos grandes, nació para la tragedia, ¿cómo puedes no dejar escapar alma con tan amplias ventanas?.”

En una de mis viejas libretas de anotaciones tengo esa cita. Imagino que muy identificada la apunté, pero muy irresponsablemente sin su autor. Al lado dice María Callas, supongo que la leí hace mucho tiempo en algún artículo sobre ella,  la cantante de ópera que más ha llamado mi atención, acercándome bastante en el momento que descubrí que algunas de mis emociones eran tan liosas como ese tipo voces y sobre todo por referencia de otra mujer admirable, Patti Smith, quien afirma en una entrevista que ésta y Mick Jagger son sus  favoritos. 

Aquí no me interesa hablar del cuestionado talento de su actuación vocal y tesitura como soprano, no sólo porque soy una ignorante en el tema académico operístico, sino porque ese asunto excesivamente riguroso y destructivo me repugna bastante en la mayoría de los casos expresivos y creativos, por ejemplo en éste, donde adustos críticos ven tantas desventajas en un virtuosismo defectuoso, mientras que -para mí- la imperfección no es solamente algo muy real sino de mucha virtud, por parecerme humana, visceral, sincera, vital. Quizás sea eso lo que me atrajo de Callas, que yo sin saber casi nada del tema del Bel canto, pues ella - a diferencia de otras- me ha atrapado con su alma, esa que tan fácilmente deja entrever en sus enormes ojos.

También tenía escrita una cita de John Ardoin, quien exalta sobre Callas lo siguiente: "sin embargo, esta extensión vocal no era normal y costaba sacrificios lograr alcanzarla. Las voces de Malibran y de la Pasta y de otras que intentaron imitar sus éxitos, no tenían la igualdad de color ni la homogeneidad tan apreciadas antes en el canto (...) La Pasta se sometía a un curso de estudio vocal severo e intenso para dominar y utilizar su voz. Igualarla era imposible. Había una parte de la escala que difería del resto por su calidad y permanecía hasta el fin "bajo un velo" (...) Siempre había alguna nota fuera de tono, especialmente al principio de sus actuaciones. Sus trémolos amplios y expresivos y sus trinos uniformes y sólidos daban a cada frase un significado totalmente fuera del alcance de otros cantantes más espontáneos.. Poseía en alto grado la cualidad musical más esencial: el sentido de la proporción y de la interpretación justas. No consiste en la mera corrección medida por el metrónomo ni en la facultad artística de crear sin artificios sino en ese sentimiento instintivo de dar la medida justa a cada frase, su fuerza exacta que es algo que no se aprende en las lecciones."  (Las negrillas son mías).

Sin duda tenía sobresalientes capacidades vocales y cualidades escénicas, no en balde se ganó la clasificación de cantante actriz, que para muchos era un mal signo, pero que describió una agraciada pieza de la historia musical histriónica del siglo XX, como lo fue la Callas.

Aquí, en la gran característica histriónica de esta hermosa, es que llega Eurípides y Pasolini. No me suelen gustar las adaptaciones literarias del cine, pero hay unas muy buenas y otras que no desagradan tanto.

Ver una adaptación de Eurípides, siendo mi predilecto de la Tragedia griega, fue raro y la verdad es que si no hubiera sido por Callas, quizás no me hubiera gustado tanto la película, con todo y lo que me gusta Pasolini como cineasta. Pero reconozco que estuvo muy bien hecha y creo que se logró, por tratarse de una obra de ese gran dramaturgo experimentador que -a diferencia de Sófocles y Esquilo-  moldeaba los mitos desde un punto de vista más humano y "realista".  En la película, se añadieron cosas muy ingeniosas, otras, muy lindas. (Por cierto, no quiero ni pensar en una adaptación televisiva actual de esa historia, porque entonces terriblemente se asoman por mi cabeza las telenovelas miameras.)

Creo que si Callas se hubiera dedicado a la actuación cinematográfica, hubiera sido perfecta para el segundo -si se me permite clasificar como "segundo"- neorrealismo italiano, o neorrealismo mágico, ese que fue más intimista y a veces fantástico. La problemática del mundo, las dificultades humanas, sus cambios sentimentales y relaciones, las duras condiciones de la vida de tantos, generan muchas veces personajes claroscuros, altivos pero frágiles emocionalmente, llenos de inseguridades, humillaciones, perversidades, depresiones, locuras, frustraciones. Así son las sufridas historias humanas y los antihéroes tanto de Eurípides como de Pasolini, allí también veo de alguna forma a María Callas, como una asediada antiheroína. Una mujer de carne, hueso y alma. Como una de esas mujeres en las que tanto pensó Eurípides, muy inteligentes y talentosas pero sensiblemente atormentadas, con reacciones que muchas veces no parten de la razón. Todo este detallado caos psicológico de todos esos personajes, se me parece mucho a las reales pasiones humanas cotidianas.

Hay algo, entre otras cosas, de lo que agregó Pasolini a la historia que me gustó mucho. Sabemos que Jasón no traicionó a Medea por falta de amor hacia ella (si es que a eso se le puede llamar amor), sino por ambición, pues casándose con la hija del rey Creonte, obtendría mayor estatus para él, Medea y sus hijos, su familia pues.

Entonces en la tragedia de Eurípides se infiere un Jasón supuestamente enamorado, pero impiadoso, muy materialista y patán; mientras que en el filme hay una bella escena de Jasón rencontrándose después de mucho tiempo con el centauro que le encomendó ir en busca del vellocino de oro. Un diálogo que quizás vindica un poco su sensibilidad y realza este perturbado idilio:


J: - ¡Es una visión!

      C: -  Sí, lo es, eres tú el que la produce. Nosotros dos estamos dentro de ti.

J: - Pero yo conocí un solo centauro..

C: - No, conociste dos: uno sagrado cuando eras niño y uno desconsagrado cuando te convertiste en adulto. Pero lo que es sagrado se conserva junto a su nueva forma desconsagrada. Y henos aquí, uno al lado del otro.

J: - ¿Cuál es la función del centauro que conocí de niño? Y que tú, centauro nuevo, sustituiste sin hacerlo desaparecer?

C: - Él no habla, porque su lógica es tan diferente que no se entendería. Pero puedo hablar yo por él. Es bajo su signo que tú, más allá de tus cálculos, de tus interpretaciones, en realidad amas a Medea.

J: - Yo amo a Medea..

C: - Sí. No sólo eso, también te apiadas de ella y comprendes su catástrofe espiritual, su desorientación de mujer antigua en un mundo que ignora aquello en lo que ella siempre creyó. La pobrecita ha sufrido una conversión a contrapelo y no se ha podido recuperar.

J: - Y para qué me sirve saber todo esto?

C: - Para nada. Es la realidad.

J: - ¿Y tú por qué me lo cuentas?

C: - Porque nada puede impedir al viejo centauro inspirar sentimientos, y a mí, nuevo centauro, expresarlos..

 

(Jasón con sus manos cubre su rostro consternado y se aleja.)




(Maria Callas, ""L'amour est un oiseau rebelle" ("El amor es un ave rebelde") -aria Habanera- 1962.)



3 comentarios:

Luis Amézaga dijo...

Espléndida entrada.

Pupila dijo...

Hola Luis,
gracias, no te conozco, pasaré a hacerlo apenas pueda.

:-)

Unknown dijo...

mija, la tragedia de Medea de Euripides es mi favorita, es una accion que atrapa llena como tu dices de mucha psicologia. Medea a pesar de ser un personaje fantastico (por todas las brujerias que hacia). Es un personaje en busca de la libertad, y no escatima nada para conseguirlo (incluso mata a sus hijos). Es una mujer doliente que sufre por culpa de una sociedad que mucho ignora el valor de la mujer y que en este caso era utilizada como dice el mito para los planes que tenia Jason, y los hijos pensandolo bien son parte de ese utilitarismo, ya que gracias a estos habria descendencia. Asi es Maria Callas, una mujer sufriente utilizada por aquellos que la tuvieron, Tosca, Violetta, La Gioconda y por supuesto Medea son representaciones de mujeres sufrientes, mujeres que quieren ser libres, pero sus pasiones las encadenan.